Fin de semana, billete, tren. Y ahora, la única preocupación que tenia que había estado oculta toda la semana, aparece por la ventana en forma de ser apagado, encorbado, las uñas negras y calvo. ¿Por qué no va más lento este tren? Necesito pensar más despacio. Bueno, conclusión in extremis: da. Y no esperes nada a cambio. Y procura que la semana que viene no pase otra vez lo mismo. Y apréndetelo para la semana que viene y para toda la vida. Es que pareces tonto a veces.
dissabte, 3 d’octubre del 2009
Resumen semanal
Y lunes, y martes, y ese mail que tengo que enviar de respuesta a..., ay, y tengo que llamar al electricista, debería haberlo hecho ayer. Y miércoles, a ver si puedo ir a la piscina para relajarme un poco, pero antes tengo que terminar esto. Y lavar los platos. Y jueves, ¿que voy a cenar hoy y dónde como? Necesito los apuntes de... ¿qué le pasa a...? Hace días que está rara. Ostia, eso me recuerda que tengo que llamar a... que hace mucho tiempo que no le digo nada pobre. ¿pasta otra vez? Kebab ya comí el martes. Y si mañana me voy, ¿cuando limpio? Tendré que hacerlo mañana. Tengo que llamar al electricista, pero creo que lo dejo para la semana que viene. Vale, sí, me equivoqué. Pero no voy a estar marcado toda la vida por ello, ¿no? ¿Soy una mala persona? Puede. Puede que sí. Pues tendremos que vivir con ello, llevarlo escrito en la frente. Ostia, ¡¿tengo que pasar otra vez por el cajero?! Como puede ser que gaste tanto... Y viernes, dios, ¿como he podido dormirme de esta manera? Me encuentro fatal. Tengo que llevar esto aquí y esto allí. Paquetes de tal y de cual en catalán y en castellano. Si, yo me ocupo. (...)
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